Nuestro país necesita un cambio. El cambio no lo hace una
sola persona, pero empieza a partir de ello. En este momento los colombianos
nos encontramos ante una encrucijada, donde tenemos 4 opciones, de las cuales 2
tienen repercusión política importante pero no cambia nada. El voto en blanco y
la abstención son decisiones respetables.
Sin embargo, en este momento el problema radica en elegir
una de las otras dos opciones: el señor Santos o el señor Zuluaga. Aunque los
programas son muy similares, representan la misma clase política, la forma en
que quieren aplicarlos es distinta.
Los colombianos podrían elegir la guerra, el
paramilitarismo, al exterminio de la oposición, escoger al señor Uribe y su
marioneta electoral, el señor Zuluaga. En el otro caso, no podemos olvidar las
atrocidades que ha cometido Santos en este periodo de gobierno, por ejemplo,
las reformas que quería aprobar en el congreso a medias, como la que planteo en
el 2011 que pretendía privatizar la educación superior, la reforma a la justicia,
la reforma pensional, y muchas otras que
ha querido y pretende aprobar. Tampoco los atropellos cometidos por el Esmad
hacia los estudiantes, los profesores, los trabajadores, y recientemente en el
2013 con los campesinos.
Pero en este momento muchos dirigentes de derecha, de centro
y de izquierda han manifestado su apoyo al proceso que se adelante en la Habana
– Cuba, el señor Gustavo Petro, la Dra. ClaraLópez, la Dra. Claudia López, el
señor Antonio Navarro Wolf, la Dra. Piedad Córdoba, la Dra. Aida Avella, y
muchos otros provenientes de sectores de la Alianza Verde, La UniónPatriótica,
El Polo Democrático, y que de alguna manera todos ellos y millones de
colombianos pensamos que podemos hacer una paz que puede convertirse en
realidad.
El día de hoy manifiesto que en contra de mi forma de
pensar, en contra de mi forma de hacer las cosas, en contra del asesinato de líderes
sindicales y estudiantiles, en contra del
programa de Agro Ingreso Seguro, en contra de los falsos positivos, en
contra de las interceptaciones ilegales del DAS, en contra de la violencia
ocasionada por el paramilitarismo, en contra del señor Uribe, en contra del
candidato Oscar Iván Zuluaga, en contra de mi coherencia política, pero a favor
de las víctimas que ha dejado el conflicto armado, a favor de condiciones
favorables para los más de dos millones de desplazados, mi voto es por la paz,
la cual debe ser una política de Estado para el país, una paz que pueda hacerse
realidad, una paz que aglutine a todos los sectores de la sociedad, que en
algún momento pueda conducir a la reducción de la desigualdad, de la inequidad,
a una verdadera solución del conflicto.
Por lo anterior, invito a los colombianos este 15 de junio a
depositar el voto por la paz. Votar por ella no me hará santista, votar por
ella no quiere decir que deje de hacer oposición al gobierno en muchos temas
álgidos para el país, votar por la paz en algo me deja tranquilo, y no me
siento algo culpable al votar por Uribe y Oscar Iván Zuluaga y su programa de
guerra. #VotoPorLaPaz.
Julian David Garcia Tunja Junio-2014
Estudiante de la Escuela de Economía de la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia.